domingo, 22 de abril de 2012

Enfermedades autoinmunes: Uveítis.

La uveítis se define como la inflamación de la úvea, lámina intermedia del ojo situada entre la esclerótica y la retina. La úvea aporta la mayor parte del suministro sanguíneo a la retina, está pigmentada, y consta de tres estructuras: el iris, el cuerpo ciliar y la coroides. La uveítis es una de las causas del ojo rojo. Suele acompañarse de disminución de la agudeza visual, de curso lento y progresivo y dolor. No produce secreciones externas lo que la distingue de otras causas de ojo rojo, como la blefaritisconjuntivitis y el chalazión. Por extensión se llama uveítis a cualquier tipo de inflamación del interior del ojo. Suele cursar con cierta intolerancia a la luz y requiere de un exhaustivo examen por parte del oftalmólogo. Puede afectar a uno o ambos ojos.


TIPOS: 

  • Anterior. También llamada iridociclitis por afectar primordialmente al iris y cuerpo ciliar, es la más frecuente, entre el 70 y 90 por ciento de las uveítis. Es una inflamación del iris del ojo, córnea y cuerpo ciliar, provocada a veces por una enfermedad autoinmune como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante, aunque en la mayoría de los casos su causa es desconocida. Cursa con ojo rojo, conjuntiva irritada, dolor y pérdida de visión parcial.
  • Intermedia o parsplanitis. Es la inflamación de la pars plana, área estrecha ubicada entre el iris y la coroides. Generalmente es un proceso leve que afecta a los hombres jóvenes y no se asocia a ninguna otra enfermedad. Es posible que haya una asociación con la enfermedad de Crohn y con la esclerosis múltiple. A veces se complican produciendo hemorragias o depósitos de material inflamado en la pars plana.
  • Posterior. Es la inflamación de la coroides o (coroiditis). Si se afecta también la retina se llama coriorretinitis. Puede producir pérdida de visión de intensidad variable, dependiendo del tamaño y la localización de la cicatrización. Si se afecta la parte central de la retina, denominada mácula, la visión central se deteriora.
  • Panuveítis: se ve afectada toda la úvea, es decir, los segmentos anteriores y posteriores del interior del ojo.


Causas:

Siendo sinceros, las ocasiones en que podemos conocer la causa de la uveítis son pocas: básicamente, las que se deben a un agente infeccioso o a un traumatismo.
  • Uveítis infecciosa: sería una infección de dentro del ojo. Pueden ser anteriores, pero la mayoría son posteriores (se afectan la coroides y la retina. Las clásicas son la toxoplasmosis ocular, tuberculosis, sífilis, etc.
  • Si el agente infeccioso, en vez de confinarse en la coroides y la retina, es capaz de progresar hacia el interior de la cavidad (vamos, hacia el vítreo). Esta forma especial de inflamación las denominamosendoftalmitis. Viene de”endo” que significa dentro, “oftalmo” que significa ojo, e “itis” que significa inflamación. Estas infecciones son muy graves y se suelen deber a bacterias u hongos. Los gérmenes pueden entrar a través de una herida del ojo (tanto por una operación como por un traumatismo penetrante), o bien por la sangre (en este caso, la infección empezó en otro lugar del cuerpo viajó hasta el ojo).
  • Hemos dicho que si un golpe en el ojo es capaz de hacer herida, hay riesgo de infección grave (endoftamitis). Pero normalmente los golpes en el ojo son romos, y no hay heridas que penetren en el interior. Entonces se produce lo que se llama uveítis traumática. El ojo sufre una contusión y se inflama por ello. También puede sangrar (y ponemos nombres bastante peculiares como “hiposfagma”, “hifema”, “hemovítreo”, “hemorragia subhialoidea”, etc), pero no es el tema de hoy.
  • Uveítis autoinmune: Autoinmune significa que el sistema defensivo “ataca” a estructuras del propio cuerpo. Cuando hay gérmenes, o ha habido un traumatismo, lo normal es que haya inflamación. Pero si no hay causa aparente, pero a nuestras defensas les da por atacar los tejidos propios, el problema está en el sistema defensivo. Realmente no sabemos la causa. Existen las que no podemos identificar apenas ningún factor relacionado, y las llamamos idiopáticas, que significa “de causa desconocida”. Otras se pueden relacionar con enfermedades más o menos autoinmunes (artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, psoriasis, enfermedad inflamatoria intestinal, etc) y asumimos que el ojo es uno más de los órganos afectados por la enfermedad. Pero aunque tenemos esta asociación, seguimos saber la causa en profundidad. En otras palabras, sabemos más o menos lo que ocurre (el tipo de inmunidad afectada, algunos patrones en la analítica o determinantes genéticos) pero no por qué ocurre. Así, aunque estas uveítis estén asociadas a enfermedades reumatológicas (y ya no reciben el apelativo de “idiopáticas”), siguen siendo de causa desconocida.

INFORMACIÓN OBTENIDA DE: es.wikipedia.org/wiki/Uveítis y de: http://ocularis.es/blog/?p=104


Antonio Barragán Montero, 1ºC.

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